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Ser el primogénito, tiene sus privilegios... Pero también sus responsabilidades. Sinceramente puedo decir que gocé una infancia muy chida, como lo puede ser el pasar tardes enteras con tus abuelos, ver el repertorio mas amplio que se puediera de las películas de Disney, Hotwells era la ley, etc... En fin, muchas cosas que llevo guardadas en mi corazón. Pudiera seguir hablando de mil anécdotas de mi vida, pero ya sería desviar un porquito el tema.
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Mi vida estudiantil está marcado por varias etapas, no precisamente todas positivas, pero son las que mas han influenciado mi desarrollo a nivel social. Primaria, un gran éxito. Secundaria, la pasé de noche. Prepa, el inicio de una vida socialmente activa. Universidad, "Después de niño ahogado...".
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El día de hoy puedo decir que mi vida está llena de alegrías, tristezas, enojos, "orgullos", entre otras cosas como todo ser humano. Pero para concluir, y responder de otro modo la pregunta inicial, puedo decir que soy un chico alégre, enojón (¡vaya contradicción! Jajajaja...), culto (dentro de lo que cabe... jajajajaja), autodidácta, algo olvidadizo, feliz (Ya tengo la alegría de mi vida), y algo sarcástico. Pero lo resumo en otras palabras: "Trato a otros, como me traten a mí".
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Saludos, y una disculpa por dejar tanto tiempo sin escribir. Trataré de hacerlo semanalmente.
¡¡Pero que tierna foto!!
ResponderEliminarJaja creo que puedo compartir tu buena experiencia infantil ya que yo tambien gocé una infancia hermosa.
GRacias a Dios por darte este espacio para desahogar un poco de lo que traemos dentro y queremos compartir.
Saludos y bendiciones